Por definición, la corrupción en el ámbito político o corrupción política no es más que abuso de poder y por ende, de los recursos del estado por parte del gobierno. No sería tan atrevido afirmar que esta práctica administrativa de orden siniestro ha sido, es y posiblemente será el modus operandi de la mayoría de los Estados, principalmente de los que están en vía de desarrollo, también conocidos como tercermundistas.
América Latina como escenario de referencia, alberga un conjunto de Estados corruptos, pobres, sub-educados, en estado de emergencia y fallidos. Hay factores endógenos y exógenos que no citaremos porque muchos de estos no son más que justificadores de una realidad que lleva siglos sin superarse y extenderían el análisis hasta desviarlo hacia los antecedentes que datan desde la era de la colonización.
Aplicando pues, la ley asociativa con los términos: “País tercermundista”, “Corrupción”, y “América Latina”, en una suma dan como resultado: La historia, el presente y posiblemente el futuro de este bloque de naciones.
Según el Índice de Percepciones de Corrupción del 2008 (CPI en sus siglas en inglés) de Transparency International: http://www.transparency.org/news_room/in_focus/2008/cpi2008/cpi_2008_table
Se puede medir la temperatura de los países y su nivel de corrupción basado en la definición de TI, muy atinada a mi entender, la cual indica que la corrupción se define operativamente como el abuso del poder encomendado para el beneficio privado. TI también establece la diferencia entre "de acuerdo a la regla de” y "en contra de la regla” de la corrupción
"De acuerdo a la regla”: Son los pagos de facilitación, en el que se paga un soborno para recibir un trato preferencial por algo que el receptor de sobornos está obligado a hacerlo por ley.
"En contra de la regla”: Por el contrario, es un soborno pagado para obtener servicios que estánprohibidosproporcionar por parte del receptor de sobornos.
Es evidente que la corrupción establece un bloqueo permanente al desarrollo exitoso de un Estado. Podemos ver que los países más corruptos son los más pobres y son los que también carecen de estabilidad gubernamental, por lo que podemos llegar a la conclusión de que en la ausencia absoluta de corrupción se abre la brecha del progreso, ya que los recursos fluyen hacia los destinos predeterminados para el crecimiento y por ende la estabilidad gubernamental se autodefine por la armonía individual y colectiva de un pueblo.
